5/02/2009

Gracias, Alecrín

Parece que el Grupo de Estudios sobre la Condición de la Mujer Alecrín va a cesar en su actividad.
Mucho tiempo ha pasado desde la constitución inicial de Alecrín, allá por 1985, desde sus primeras reclamaciones a favor de las mujeres, desde la apertura de servicios de apoyo a los colectivos en situación de mayor dificultad.
Cuando miramos hacia atrás, cinco, diez, veinte años, Alecrín siempre estaba allí. Siempre.
Hoy parece pasar desapercibido que esta entidad, claro referente en el feminismo gallego de los últimos 25 años, deje de existir o inicie un camino diferente al habitual.
Las mujeres de nuestro entorno nos encontramos en un momento dulce en cuanto a legislación, en cuanto a recursos, en cuanto a extensión y profundidad del principio de igualdad en la sociedad. Hemos avanzado, no tanto como sería necesario y deseable, pero el avance es innegable.
Es cierto que en la actualidad contamos con responsables políticas preocupadas y ocupadas en llevar la igualdad a la vida real. Contamos con centros, servicios, recursos, dirigidos a paliar las consecuencias que la desigualdad hace recaer sobre las mujeres. Contamos con profesionales formadas en materia de género que están influyendo notablemente en instituciones, en asociaciones, en empresas…
Pero esto ocurre hoy.
Ha tenido que pasar mucho tiempo en que los recursos no existían, en que los servicios no se creían necesarios, en que la reclamación de igualdad entre mujeres y hombres se consideraba poco menos que irrisoria en grandes capas sociales.
Y Alecrín estaba allí exigiendo, reclamando, denunciando, apoyando.
Abriendo caminos para los avances de los que podemos disfrutar hoy. Creando redes para profundizar en el pensamiento feminista, trabajando, asesorando, informando.
Ellas y otras han hecho posible que hoy la realidad sea distinta, que la igualdad deje de ser una utopía para convertirse en un camino que vamos ya recorriendo paso a paso.
También es cierto que la sociedad en general no reconoce expresamente los esfuerzos y los logros de las mujeres. Ni individual ni colectivamente.
Está ocurriendo esto en el ámbito del feminismo? Somos incapaces de reconocernos, de validarnos y de dotarnos de autoridad?
Nuestro reconocimiento a Alecrín, a sus fundadoras, a sus trabajadoras, a quienes han estado, a quienes están, con sus logros, con sus fallos, con sus aciertos y con sus errores. Nuestro reconocimiento a todas vosotras por abrir puertas, por vuestra tenacidad, por vuestro compromiso, por vuestra certeza de que las reclamaciones de las mujeres son justas y deben ser atendidas.
Gracias Alecrín por haber estado ahí, por haber existido cuando no existía casi nada. Gracias por todo lo que nos habéis dado.

1 comentario:

Carla Capeáns dijo...

Como muller que son síntome na obriga de darvos as gracias!
Graciñas!
Biquiños